Devocional | Cinco Testigos Inesperados
- Enmanuel Cruz
- 20 feb 2017
- 2 Min. de lectura
"El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no repondía con maldición; cuando padecía, no amenzaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó el mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanado"
(1ª de Pedro 2:22-24).
"Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu"
(1ª de Pedro 3:18).

CINCO TESTIGOS INESPERADOS
Jesús, tal y como lo había anunciando, fue crucificado (Mateo 26:2), fue traicionado por Judas, abandonado por sus discípulos, negado por Pedro, entregado por los jefes religiosos a Pilatos, el gobernador romano, que le condenó para que fuese crucificado. Sin embargo cinco personas, de las más inesperadas, testificaron sobre su inocencia:
1. El primer testigo fue Judas Iscariotes. Lleno de remordimientos, dijo a los jefes religiosos: "Yo he pecado entregando sangre inocente" (Mateo 27:4).

2. El segundo testigo fue la mujer de Pilatos, quien dio una seria advertencia a su marido:"No tengas nada que ver con ese justo" (Mateo 27:19).

3. El tercer testigo fue el mismo Poncio Pilatos, quien en tres ocasiones reconocio la inocencia de Jesús: "Ningún delito hallo en este hombre" (Lucas 23:4).

4. El cuarto testigo fue un malhechor crucificado al lado de Jesús. Su corazón fue alcanzado, y después de confesar su culpabilidad, declaró: "Recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo" (Lucas 23:41).

5. El quinto y último testigo inesperado fue un centurión romano que vigilaba a los crucificados. Estaba tan impresionado por la muerte de Jesús, que clamó: "Verdaderamente este hombre era justo" (Lucas 23:47).

¡Y el testimonio supremo: Dios lo resucitó de entre los muertos!
Nosotros podemos dar este testimonio: "Jesús es el Cristo, el santo Hijo de Dios". Nunca cometió pecado, pero llevó mis pecados en la cruz.
Fuente:
"labuenasemilla"