Devocional | Sed de Vida
- Enmanuel Cruz
- 15 mar 2017
- 4 Min. de lectura
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? (Salmos 42:1-2).
En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó su voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. (Juan 7:37-38).

TENER SED DE VIDA
El agua es impresindible para la vida. Nuestro cuerpo está compuesto por un 70% de agua. El cerebro humano, está compuesto de un 95 % de agua, la sangre de un 82%, y los pulmones de un 90% de agua. Es por ello, que apenas una disminución de un 2% en la composición de nuestro cuerpo puede causar ya los primeros síntomas de deshidratación, como son la perdida momentánea de la memoria, problemas con las matemáticas, dificultad en enfocar la mirada en objetos o letras pequeñas, etc…
Un déficit de agua del 4% acarrea dolores de cabeza, irritabilidad, somnolencia y graves dificultades de concentración. Si alcanzamos un 10% de pérdida de peso corporal debido a la deshidratación, podemos perder la vida.
Si un ser humano se halla privado de este precioso líquido sólo durante algunos días, podría morir. Por lo tanto, la sed actúa en el plano físico como un sistema de alarma. Pero y en el ámbito espiritual, ¿no existe algo parecido?
Hache mucho tiempo, una mujer que había ido a sacar agua a un pozo se encontró con Jesús (Juan 4:7-27). Él le dijo sencillamente: "Dame de beber", y aprovecho la ocasión para hablarle de la sed interior de todo ser humano.
Jesús le dijo: "El que bebiere del agua que yo le daré, no tendra sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna".
La conciencia de esa mujer se despertó y la luz entró en ella. Se dio cuenta de que estaba ante la fuente de la vida, del amor divino y de todo verdadero gozo. Esta mujer, desilusionada de la vida con el corazón vacío, ahora bebía las palabras de Cristo. ¿Quién necesitaba, más que ella, esta fuente de agua viva de vida eterna?
En otra ocasión se encontraba Jesús en una fiesta judía, posiblemente una fiesta de ocho días. (Levítico 23:26, Nehemías 8:17). En los días de Jesús, en el último día de la fiesta, tomaban agua del estanque de Siloé y la derramaban sobre la base del altar, tal como lo hacian los siete días anteriores.
"En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó su voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva". (Juan 7:37-38).
"Alguien que tenga sed" El Señor hace una invitación universal de fe en El (Isaías 12:3). "Que venga a mí y beba" El Señor Jesucristo usa la misma metáfora de (Isaías 12:3 "Con gozo sacaréis aguas de las fuentes de la salvación".) , refiriendose a la Piedra Mesianica que provee agua de Salvación, relacionando (Isaías 55:1-3 Todos los sedientos, venid a las aguas; y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin costo alguno. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia? Escuchadme atentamente, y comed lo que es bueno, y se deleitará vuestra alma en la abundancia. Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchad y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros un pacto eterno, conforme a las fieles misericordias mostradas a David.) , con el derramamiento del agua de la fiesta de ese día en la fiesta en que se encontraba.
"El que cree en mí" Un enfasís en la relación continua que involucra creer y habitar en El. (ver: Juan 15). "Como dicen las Escrituras, de su interior correran ríos de aguas viva" (Salmos 46:4, Isaías 49:15, 58:11, Ezequiel 47:1-12, Zacarías 13:1, 14:8).
Jesús se ha llamado a sí mismo "Agua Viva" en (Juan 4:10), pero en este contexto, es el Espíritu Santo (Juan 7:39), quien produce y provee el agua viva a los seguidores/discípulos de Jesús. La expresión es un paralelo con la obra del Espíritu Santo en los creyentes (Romanos 8:29, Gálatas 4:19, Efesios 4:13).
Si tienes sed de vida, si tienes sed de Dios, ven a Cristo con arrepentimiento y con fe y bebe gratis, que el que que bebe del agua de vida que Cristo ofrece nunca más tendra sed.
¿Cómo tener hoy un encuentro con Jesús, quién puede colmar nuestras mayores aspiraciones? Escuchémosle hablar mediante los evangelios. Sus palabras son agua vivaque da la vida eterna.
Al final de la Biblia el Señor Jesús todavía nos dice:
"El que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente"
(Apocalipsis 22:17).
Enmanuel Cruz