Reflexión | La Travesía del Calvario

"El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí".

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. (Mateo 16:24-25).

La travesía del calvario es una ruta que solo los valientes se atreven a recorrerla, muchos inician el camino pero quedan tendidos por la dureza y el alto grado de esfuerzo que se requiere para recorrerla, Pedro el gran apóstol le dijo a Jesús; Te seguiré aún hasta la muerte, pero Jesús le respondió rápidamente y le dijo; Antes que el gallo cante dos veces ya me habrás negado tres (Mateo 26:33-34).

De esa misma manera muchos le prometen lealtad y fidelidad a Jesucristo, pero cuando tienen que defender sus principios, sus valores sus credos, su fe, en el patio, donde todos te ven y te identifican y sabes que hablas como el, muchos entonces van por el camino corto y prefieren negarle y dicen no le conozco, jamás le vi, no sé quién es ese hombre (Mateo 26:58, 69-75), porque este camino representa muerte, espectáculo al mundo, dolor, sufrimiento, es poner tu vida en vituperio en escarnio, aquí no hay aplausos en el calvario no hay medallas de honor ni desfiles de pasarela, la pasarela es la muerte (Lucas 23:48, 1ª a los Corintios 4:9, Hebreos 10:33), es el lugar de la soledad, es donde todos te miran de lejos, es donde aún los que eran tus amigos y mojan el pan contigo te abandonan, te traicionan (Mateo 26:21-23), te dejan solo, te desconocen, se avergüenzan de ti, porque ya no eres mas que un moribundo sin esperanza.

Lo que muchos creen es que con la cruz acaba toda esperanza, pero amigos míos es en la cruz donde empieza la vida, es allí donde empieza la victoria, donde comienza la gloria... Porque cuando todos te dan por muerto y tus enemigos hacen fiesta... Es cuando de entre el polvo y las entrañas de la tierra surge la vida, la victoria, desde abajo te levantas para nunca más volver a morir, amigos míos nosotros, hace rato que morimos en Cristo y fuimos crucificados (Romanos 6:8, 14;8, Gálatas 2:20, Colosenses 3:3), hemos sacrificado no solo nuestra vida sino también nuestros bueyes, hemos dejado el arado (1 de Reyes 19:19-21, Marcos 10-28), para ir tras las pisadas y huellas del mas grande héroe de todos los tiempos del mas importante revolucionario de todas las edades, aquel que con su muerte marco la historia para siempre.

Así mis queridos amigos y hermano, tal ves ahora se hable mal de nosotros por ser seguidores de Jesús, pero las futuras generaciones sabrán que en este tiempo hubo hombres que amaron mas a Jesús que a su propios intereses personales (Mateo 10:37, 19:27-29).

Para mi es un gran orgullo pertenecer al clan de los hombres que marcarán la historia y aun me enorgullece tremendamente ser tu compañero en esta travesía del calvario.

Gracias por "AMAR A JESUS POR ENCIMA DE TODO".

Ps. Deiber Perdomo.

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